Ya conoces el viejo adagio: “Un idiota y su dinero pronto se separan”. Es cierto, por supuesto, y cualquier tonto puede invertir y perder. Pero no tiene que ser así. De hecho, gran parte de lo que creemos que sabemos sobre inversiones se basa en emociones más que en hechos o ciencia. Entonces, ¿cómo aprovechar las emociones para que realmente ayuden en lugar de obstaculizar tu progreso hacia la seguridad financiera? Echemos un vistazo a algunos errores comunes que cometen los inversores cuando tratan con sus inversiones:
- Demasiadas emociones pueden afectar tus decisiones de inversión.
A medida que inviertes, es importante mantener tus emociones bajo control. La emoción puede nublar tu juicio y hacer que tomes decisiones irracionales.
Las decisiones emocionales no siempre son las mejores. Pueden llevarte a tomar riesgos que de otro modo no tomarías, o hacer que tomes malas decisiones sobre cuánto riesgo es apropiado para tus objetivos de inversión y tolerancia a la pérdida.
- Evita dejarte llevar por las exageraciones del mercado.
Si quieres evitar invertir en los activos equivocados, no te dejes llevar por la exageración de los mercados.
Escucharás muchas predicciones sobre lo que sucederá con la economía y los mercados. Algunos tendrán razón, pero muchos estarán muy equivocados. Necesitas saber cómo separar los hechos de la ficción para poder tomar buenas decisiones.
Así como en tiempos de bonanza escuchamos que esta vez es diferente, y que las últimas disrupciones van a cambiar los mercados para siempre y nos podemos olvidar de los mercados bajistas, también en tiempos sombríos, donde todos auguran recesión, escuchamos que la próxima recesión será más grave que todas las anteriores y que no se ve hasta cuándo dejen de caer mercados y activos de riesgo.
Pareciera que ambas predicciones son dos extremos de la misma línea, y lo que tienen en común es que nunca se cumplen como lo plantean los gurús.
- Mantén las cosas simples y evita hacer ajustes a tu cartera a menos que sea absolutamente necesario.
No intentes ser un héroe. La estrategia de tratar de cronometrar el mercado es solo eso: tratar de ser heroico. Solo puede terminar de una de dos maneras: fracaso, o peor aún, éxito seguido de arrepentimiento cuando miras hacia atrás te arrepientes de no haber esperado y apostado todo en el momento perfecto de entrada.
Recuerde que los mercados no se mueven hacia arriba o hacia abajo según su propio código moral; simplemente responden a la oferta y la demanda de acuerdo con sus leyes naturales (que a menudo son contrarias a la intuición). Si el precio de un activo ha estado aumentando en relación con su valor intrínseco, ¿por qué alguien pensaría que esta tendencia continuará? Además, ¿qué evidencia tenemos que sugiera que sabemos más que todas esas otras personas que están comprando esta misma tendencia? ¡No la tenemos!
Comprender cómo las emociones influyen en tus decisiones puede ayudarte a tomar mejores decisiones de inversión.
Las emociones pueden ser tanto buenas como malas. Si bien las emociones ayudan a tomar decisiones (y de hecho está documentado que no podemos tomar decisiones sin emociones), también pueden conducir a errores irracionales.
Es importante ser consciente de la influencia que tienen tus emociones en tus elecciones de inversión, para que no permitas que te lleven en la dirección equivocada.
Conclusión: Invertir puede ser algo difícil de hacer, pero es importante que intentes tomar las mejores decisiones posibles. Si te sientes emocional y estresado por tus elecciones de inversión, ¡recuerda que está bien y es normal! Tómate un tiempo para superar estos sentimientos antes de volver al mercado.
Así que invierte bien, controla tus emociones y compórtate como buen inversionista.