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En los últimos años hemos visto como crecen los llamados “finfluencers” que nos repiten al unísono “invertir es fácil”, y como llevo más de una década en mercados financieros esta es una de las frases más absurdas que escucho repetir y repetir, parte de un nuevo folclore financiero.
 
Quizá el error está en confundir lo que es accesible, con lo que implica hacer algo de forma correcta, me viene a la mente la frase de la película infantil “Ratatouille” donde el mantra de Gusteau era “cualquiera puede cocinar” que, trasladándolo a la vida real, es en parte cierto, pues cualquiera con una estufa, accesorios de cocina e ingredientes puede cocinar, que lo que cocine quede bien preparado y de buen sabor, esa es otra historia diferente…
 
Invertir es fácil, tan fácil como perder dinero, tan solo basta ver el desempeño de los activos financieros desde inicios de 2022 a la fecha:

En esta tabla vemos como 6 de las “7 magníficas” (Microsoft, Apple, Amazon, Nvidia, Alphabet, Meta y Tesla) han pagado rendimientos negativos en pesos en este periodo, como activos considerados como los más seguros del mundo (bonos de Estados Unidos) han perdido casi una tercera parte de su valor, como el Nasdaq a pesar de llevar un rendimiento en el año en dólares de 38.47%, su rendimiento en pesos de cierre de 2021 a la fecha es negativo y vemos como los Cetes le ganaron prácticamente a todos los activos en este periodo menos a Nvidia.

Y no, la moraleja de esa tabla de rendimientos no es pensar “hubiera estado todo en cetes” o peor aún “tan sólo tenía que apostarle todo a Nvidia”.

Es delirante pensar que hubiéramos podido tener el timing perfecto en una acción como Nvidia, ¿qué tal que en vez de apostar todo a Nvidia al cierre del 2021 hubiéramos apostado todo a Tesla? Invertir no se trata de evaluar el pasado y lamentarnos de perdernos “home runs”, y seguro mucha gente que sí compró Nvidia probablemente la vendió cuando iba -30% abajo en abril de 2022 o 60% abajo en octubre de 2022.

Nuestra naturaleza humana hace que estemos programados para asustarnos cuando perdemos esos porcentajes en una inversión, más también para engañarnos en una narrativa de que “pudimos haber estado todo en cetes”, pero esto simplemente es retrospectiva, y predecir el pasado es muy fácil.

Sobre este punto, invertir tampoco consiste en evitar riesgos, que es justo lo que haríamos de estar 100% en cetes, pues esta situación donde el activo libre de riesgo supera a los activos de riesgo en un periodo es algo normal en las inversiones y que sucede de cuando en cuando, más no significa que los activos de riesgo no vayan a generar rendimientos superiores en el futuro, de hecho históricamente, con el tiempo los activos libres de riesgo como los cetes han terminado ofreciendo rendimientos más bajos frente a los activos de riesgo.

Evitar riesgos por consecuencia quiere decir que evitaremos también los rendimientos superiores que nos puedan brindar distintos activos. Invertir realmente trata de tener un control de riesgos, donde tomemos riesgos que conozcamos, que podamos analizar, que podamos diversificar y que seamos bien recompensados por asumirlos, aunque esto signifique de cuándo en cuando, que momentáneamente el activo libre de riesgo tendrá un mejor desempeño.

Invertir es fácil, perder lo es aún más, llevar una estrategia adecuada con los controles de riesgo adecuados requiere disciplina, autocontrol, y por lo tanto tiene su grado de dificultad, más podemos aspirar a ello.

Así que no caigan en delirios, tengan control de riesgos y compórtense como buenos inversionistas.

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