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En el Newsletter hemos hablado mucho sobre cómo las emociones  afectan nuestra percepción y comportamiento como inversionistas más, ¿dé dónde vienen estas fascinantes teorías? La rama que estudia porqué actuamos de ciertas maneras al invertir se llama finanzas conductuales o en inglés Behavioral Finance; que surge como alternativa a la teoría tradicional cuyas principales creencias son:

  • Los mercados y los inversionistas somos perfectamente racionales
  • Los inversores siempre buscamos maximizar la utilidad/rendimiento
  • Tenemos auto control
  • Procesamos la información a la perfección

En cambio los postulados de Behavioral Finance son:

  • Los inversionistas no somos racionales
  • El auto control tiene límites
  • Nuestros propios sesgos de conducta y emociones influyen en nuestra toma de decisiones
  • Los inversionistas cometemos errores cognitivos que nos llevan a tomar malas decisiones.

Las finanzas conductuales plantea un panorama más realista y humano sobre cómo es que en verdad invertimos y gastamos nuestros recursos y nos ayuda a superar o manejar los sesgos y errores que pueden resultar en malas decisiones.

Tomando un enfoque más conductual que “racional” vemos porqué algunas personas no son aptas para tener todo su portafolio en acciones, aunque sea la opción más “racional” por tener los rendimientos esperados más altos en el largo plazo, de actuar conforme a la norma “racional” ante materialización de riesgos y en periodos de volatilidad, estas personas sólo terminarían autosaboteándose.

¿y tú sigues, creyendo que somos racionales?

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