Más de una vez he escuchado el mito de que los mercados y las inversiones son un juego suma cero, más no hay nada más alejado de la realidad.
En los mercados no sucede esto. Pensemos en un ejemplo básico, una empresa minera, esta empresa compró la mina a un precio más logra extraer oro de la tierra, que vende a compradores (bancos centrales) así generó más riqueza al sacar el oro que estaba en el subsuelo.
O en una empresa manufacturera donde llegan materias primas y salen productos como ropa, donde se agregó un valor a esa materia prima y el comprador obtiene vestido para cubrir sus necesidades. La empresa tiene utilidades $ y el comprador abrigo.
Igual, las compañías de alimentos, utilizan la tierra para producir comida, venderla, generar $ y los consumidores que pagan por ese alimento no pasan hambre, nuevamente se generó riqueza.
Sucede lo mismo con los servicios, cuando un proveedor de servicios nos brinda algo que necesitamos, y le pagamos por ese servicio, se está agregando valor a la economía.
Hay empresas que ganan $ otras que pierden $ pero en conjunto las utilidades de las empresas y sectores en agregado han ido creciendo en el tiempo; además en términos reales (tomando en cuenta la inflación), así generando más riqueza en el tiempo.
Algo importante es que los traders y operadores de futuros o derivados no están jugando el mismo juego que un inversionista, juegan a la especulación, al corto plazo y a predecir los siguientes movimientos del mercado.
El juego en el que participa el inversionista tiene que ver más con la creación de riqueza, creer que la humanidad y las empresas seguirán progresando, generando más riqueza y utilidades; haciendo más grande el pastel para todos, un juego de paciencia, largo plazo y en el que hay que aceptar la incertidumbre y por qué no, aprovecharla para que juegue a nuestro favor.
Así que inviertan bien, conozcan qué juego están jugando y compórtense como buenos inversionistas.